A veces con el estrés de los días nos olvidamos de la importancia de comer en familia. Todos los días a la hora de las comidas tenemos una oportunidad preciosa para compartir lo que vivimos durante el día y escuchar a nuestra pareja e hijos. Es en estos momentos que realmente no solo nutrimos nuestro cuerpo sino también nuestro espíritu. Durante las comidas también tenemos conversaciones de actualidad y nos informamos acerca de cómo ven nuestros seres queridos lo que está pasando en el mundo, compartimos ideas y ejercitamos nuestras habilidades sociales y comunicativas.
En las comidas enseñamos a nuestros hijos modales y el comportamiento correcto en la mesa. Este es un aprendizaje que les da confianza en ellos mismos y educación, también les permitimos tener una influencia positiva y directa al escucharnos hablar. En la mesa ellos también practican expresar sus pensamientos y hacen comentarios que nos permiten saber si están aprendiendo, como se están expresando y sintiendo y si necesitan de más guía y dirección. También nos permiten enseñarles acerca de los valores familiares y la importancia de compartir en familia.
A través de las comidas que se comparten en familia, los niños también aprenden a reconocer cuando están llenos o continúan con hambre siguiendo las señales internas de sus cuerpos y viéndote a ti comer y como te relacionas con la comida, si comes de más o tiendes a no comer lo suficiente. Este aprendizaje observacional será de gran importancia en el desarrollo de su propia relación con los alimentos, su peso e imagen corporal. También aprenderán que alimentos son importantes y que alimentos deben evitarse en exceso. Recuerda que el balance es importante y la rigidez tiende a ser dañina.
Las comidas son un vínculo que nos une así que trata de no discutir y regañar a tus hijos a la hora de comer, espera a que terminen y habla con ellos en privado. Los niños son susceptibles a la crítica y necesitan saber que los quieres aun cuando estás enojado o cometen errores. Asegúrate de que las comidas sean siempre relajantes y que los temas sean apropiados, evitando así la tensión y permitiendo que la experiencia de comer sea agradable.
